lunes, 25 de enero de 2016

París-Austerlitz, Rafael Chirbes Imperecedero



Dejo todo de lado y me sumerjo en la última novela de Rafael Chirbes, "París-Austerlitz".

A veces la vida nos da sorpresas maravillosas, y cuando uno ya no esperaba volver a encontrarse con alguien, ese alguien aparece de forma imprevista, con toda su luz y vitalidad, como si nunca se hubiese ido.

La muerte de Rafael Chirbes supuso un duro varapalo para todos los que amamos su obra, pero la aparición este 13 de enero de su novela póstuma ha sido uno de esos regalos maravillosos, un gran reencuentro.

Chirbes se pasó veinte largos años escribiéndola, abandonando y retomando su escritura intermitentemente. La verdad es que su publicación arroja serias dudas sobre si finalmente dio por terminada la novela (aparentemente la entregó a sus editores en mayo del año pasado, a pocos meses de su muerte) o ésta ha sido publicada precipitadamente, aprovechando su fallecimiento, de la misma manera que ocurrió con "2666" de Roberto Bolaño.

Las dudas se disipan con la lectura de "París-Austerlitz", no echo nada en falta en ella. Es una novela redonda, todo Chirbes en esencia. Oscuro, intenso y directo como todo en él. Me recuerda profusamente a "Mimoun", su primer novela. Aunque es completamente distinta a las anteriores. He disfrutado muchísimo, como con cualquier otra de sus novelas, pero con el añadido de que en ésta aborda sin concesiones el tema del amor y la pasión como nunca antes lo había hecho.

Es una historia de amor entre dos hombres de edad y clase social dispares, la búsqueda del amor como redención. La historia se nos narra en la antesala de la muerte de uno de ellos, aquejado de sida. La pasión y la ilusión iniciales dan paso a los celos y reproches. Lo que antes se loaba ahora se denosta. Lo que antes reconfortaba ahora molesta. Y como en cualquier historia de amor, como en cualquier guerra, hay vencedores y vencidos. Ya todo ha sucedido y es imposible dar marcha atrás en el tiempo y volver al principio. ¿Podemos querer que alguien siga siendo nuestro y a la vez querer mantenernos fuera de su alcance?

Si lees a Rafael Chibes, lo amas o lo odias. He intentado recomendarlo a varias personas que han salido totalmente decepcionadas, pero son muchas más las que compartimos pasión por este escritor tan poco reconocido por el gran público: con permiso de  Juan Marsé y Javier Marías, posiblemente el mejor escritor de nuestro tiempo.

"París-Austerlitz" sería una buena forma de acercarse a la obra de Chirbes, y te recomiendo encarecidamente leer "Crematorio" y "En la orilla", ambos Premio de la Crítica Narrativa y una magistral crónica de nuestro tiempo.

Lamentablemente ya no habrá nada nuevo de Rafael Chirbes, pero siempre quedará volver a su obra. Yo pienso hacerlo siempre que se me permita.


jueves, 7 de enero de 2016

Instrumental, de James Rodhes. "La música clásica me la pone dura".

"La música clásica me la pone dura". Así de gráfico empieza James Rodhes su autobiografía.

Este londinense de cuarenta años se ha convertido en un concertista de éxito y en un gran impulsor del acercamiento de la música clásica al gran público, liberándola de convencionalismos, protocolos y artificios. Y sí, si nos atenemos a su biografía, la música clásica le salvó la vida.

El libro se compone de veinte capítulos llamados temas y un epílogo, cada uno de ellos presentado por una pieza musical, elegidas por su relevancia o preferencia. Con ellas Rodhes propone soluciones a la "degradación descafeinada e interesada de la industria de la música clásica" e intercala en medio de todo esto la historia de su vida, una vida "que demuestra que la música es la respuesta a aquello que no la tiene".

"Instrumental" viene acompañado de una lista de reproducción en Spotify, con cada una de las piezas propuestas.
He de reconocer que mi cultura musical clásica es nula, pero con la lectura de este libro he descubierto un mundo nuevo y por explorar, así que ya le he sacado mucho más provecho que a otras lecturas.

El relato de la vida de Rodhes es un relato cruel, durísimo, demasiado explícito para estómagos sensibles. Sólo recuerdo una sensación similar de asombro, miedo y asco leyendo "American Psycho", de Breat Easton Ellys, y salvando las distancias, el relato de Rodhes es real. Tan real y explícito que su exmujer litigó para prohibir su publicación, prohibición que no consiguió para beneficio de nosotros, lectores.

Rodhes fue violado sistemáticamente desde los cinco años, se prostituyó, se drogó indiscriminadamente, intentó suicidarse cinco veces, estuvo internado en psiquiátricos, estaba incapacitado para las relaciones personales y en definitiva, para la vida. Pero la música clásica se cruzó en su vida. Y la historia tiene un final feliz.

Es un libro magnífico, con una historia sobrecogedora pero vitalista y entusiástica. Nos hace reflexionar y mucho. Inspira, conmueve y reconforta. Muestra sin tapujos, enseña, y uno aprende.
Yo creo que memorizaré el tema diecinueve enterito, menuda lección de vida.

Entradas populares